Me parece tremendamente hilarante cómo las mujeres primero dejan que su vientre se convierta en un bombo y su parte trasera en un baúl, y luego se preguntan por qué los ojos de sus hombres se extravían hacia mujeres más aptas y responsables. Hay una gran epidemia que afecta a nuestro país y esto se debe a que una gran cantidad de mujeres son obesas pero piensan que son delgadas negando la realidad.
Si usted se ha parado frente al espejo últimamente y comprobó que existe un exceso de grasa en su cuerpo, ¿pensó alguna vez que está siendo egoísta al pensar que su esposo o novio no tiene derecho a estar disgustado por la cantidad de tejido adiposo en su cuerpo?
Claro, algunas de ustedes estarán encontrando excusas en este mismo momento y justificando que son de esta manera por un embarazo reciente o porque la crianza de los niños no les permite cuidar su cuerpo pero me temo que eso no es excusa.
Durante la década de 1950, la tasa de divorcios era mucho más baja porque las mujeres eran más responsables en el cuidado de su cuerpo y del hogar.
Antes de que se me juzgue equivocadamente debo aclarar que no soy una persona superficial. Es sabido que hay muchas otras cosas en buena relación además del aspecto físico, pero si usted está preocupada sobre si su pareja la engaña, lo mejor es que comience cuestionándose a usted misma. ¿Estoy gorda? ¿Estoy en mal estado de salud cardiovascular? ¿Soy ágil y flexible en todas las formas correctas?
Si se está quedando fuera de forma, es de esperar que su pareja se extravíe o al menos tenga pensamientos impropios sobre otra mujer. Hay una razón por la cual más del 50% de los matrimonios terminan en divorcio en estos días, y es porque muchas mujeres hoy no se mantienen en forma y activas.
Lo digo y lo repito, el ejercicio es tu amigo. ¿Que preferirá tu marido, verte correr en el supermercado para comprar un paquete de hamburguesas o verte con ropa de entrenamiento corriendo por la rambla?
Es una decisión que debes tomar con urgencia.
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