Como los “homobesos” son la nueva plaga que azota al pueblo cristiano
Homobeso típico haciendo gala de su "garganta profunda" en recital de Fito Paéz |
Como todos sabemos cada día hay más gordos del mundo. No debería ser ninguna sorpresa que el pecado homosexual está en la raíz de este problema. La combinación de la homosexualidad y la glotonería es conocida como "Homobesidad" y habría sido promovida y promocionada durante años por gorditos destinados al infierno como Jorgito "20 lucas", El Gordo Palacios y El Gordo Valor.
Pero lo que debemos preguntarnos es ¿que ha causado que el mundo se aparte del plan de Dios y se separare de su rebaño? ¿Por qué le damos la espalda a Dios y aprobamos el matrimonio entre homogays y el aborto? ¿Será que acaso los alimentos fritos y con pecaminosas grasas “trans" son los responsables?
La escalofriante respuesta es SI. De hecho, la Convención Bautista del Sur ha lanzado recientemente un estudio que vincula el deseo de consumir alimentos en exceso con el deseo de consumir por "atras". La obesidad es una puerta de entrada a la homosexualidad. Permítanme explicar más en detalle este asombroso descubrimiento:
La gula es uno de los siete pecados capitales. Cuando una persona está tan deprimida con la vida que aumenta de peso de forma repugnante y en proporciones épicas reduce al mismo tiempo y en similar escala sus inhibiciones morales haciéndolos más propensos a participar en "actividades rectales" y otro tipo de actividades sexuales alejadas de Dios.
Si se preocupan tan poco por su salud y por cuidar el templo de Dios que como todos sabemos es nuestro cuerpo, y su satisfacción mayor es tragar constantemente basuras como Doritos y McBeacons destrozando la hermosa creación de Dios, entonces debemos preguntarnos, ¿qué los separa de de tener relaciones sexuales por el ano a cambio de una dosis de pasta base?
Absolutamente nada.
Todo esto se combina con el hecho subyacente de que les gusta practicar el sexo gay con otros. Estas personas succionan un pene con el mismo vigor que tienen cuando asisten a un asado y devoran hasta lamer los huesos de una jugosa costilla.
Es notable comprobar que los niños de hoy en día son capaces de recitar el menú de cualquier local de comidas rápidas pero desconocen los encantadores pasajes de Gálatas o Efesios. Es por eso que nuestros niños están más dispuestos tragar de un tirón con sus diminutas bocas embutidos largos en los puestos callejeros en lugar de aprender a recitar las historias del Antiguo Testamento.
Las grasas "trans" son las culpables. Estas grasas se denominan así porque son grasas con diferentes variantes químicas (genéticamente alteradas, diferentes "orientaciones sexuales" si se quiere) y son disfrutadas exclusivamente por las comunidades transgénero. Hay una razón por la que las salchichas empanizadas tienen altos niveles de grasas "trans", la forma fálica de este alimento hace que a menudo sea utilizado por los repugnantes "transexuales" en susenfermizas prácticas sexuales.
Las personas Homobesasa son más propensas a tener ansias de carnes y embutidos (incluyendo penes). Se vuelven tan apasionados por el hambre y la gula que agarran lo primero que tienen a mano para llevarse a la boca, en múltiples ocasiones un pene vestido para la ocasión. Las personas que sufren de homobesidad no sólo son visualmente desagradables sino que además son impuros espiritualmente. Son una de las criaturas que más decepcionan a Dios, no sólo físicamente sino en todo. Tienen lo peor de dos mundos.
Si usted conoce a una persona homobesa, no es demasiado tarde para ofrecerles un consejo, para que no terminen siendo una bola repugnante de carne gay. Deben formar un grupo de oración en su comunidad. Si esto no funciona, o no aceptan su consejo, usted tienen derecho a ponerse en contacto con las autoridades y presentar una queja. Muchas veces, la policía local estará encantada de encarcelar a un vago homobeso por violar la ley . La ley de Dios.
Comentarios
Un admirador